Si bien la naturaleza precisa de la relación entre el café y la presión arterial aún no está clara, generalmente la investigación efectuada hasta la data sugiere que el consumo frecuente de café con cafeína no aumenta el peligro de hipertensión. Una revisión de dos mil ocho concluyó que los datos de los estudios trasversales sugieren una asociación lineal inversa o bien en forma de O bien entre el consumo frecuente de café para hipertensos y la presión arterial en diferentes poblaciones. Los autores sugirieron que los estudios prospectivos mostraban un efecto protector del consumo de café (cuatro o bien más tazas al día) contra la hipertensión, primordialmente en las mujeres.
El estudio aseveraba que era preciso continuar estudiando para descubrir si los abstemios tienen un peligro menor o bien mayor de sufrir hipertensión que los bebedores eventuales de café (1-dos tazas al día). Exactamente el mismo estudio asimismo descubrió que los ensayos controlados azarosos, que son en su mayor parte de corta duración (1-doce semanas), sugieren que la ingesta de café de cerca de cinco tazas al día puede ocasionar una pequeña elevación de la presión arterial (1-2mmHg) en comparación con la abstinencia o bien el empleo de café descafeinado.
¿El café aumenta o no aumenta la presión arterial en los hipertensos?
Una revisión de dos mil once de cinco ensayos concluyó que la administración de doscientos-trescientos mg de cafeína generó un incremento medio de ocho,1 mmHg en la presión arterial (presión arterial) sistólica y de cinco,7 mmHg en la presión arterial diastólica. El incremento de la presión arterial se observó en la primera hora tras la ingesta de cafeína y duró tres horas.
No obstante, en los estudios efectuados a lo largo de un periodo de dos semanas, no se observó ningún incremento de la presión arterial tras el consumo de café. Los autores concluyeron que, en individuos hipertensos, la ingesta de cafeína puede generar un incremento agudo en un corto plazo de la presión arterial. Las investigaciones actuales no apoyan una asociación entre el consumo de café en un largo plazo y el incremento de la presión arterial, o bien entre el consumo frecuente de café y un mayor peligro de ECV en sujetos hipertensos.
En este sentido se puede decir que sí aumenta la presión arterial a corto plazo, de 1 a 3 horas, no obstante no lo hace a lo largo de dos semanas.
Un metaanálisis dosis-contestación de ciento setenta y dos mil quinientos sesenta y siete participantes y treinta y siete y ciento treinta y cinco casos de hipertensión incidentes mostró una curva en forma de J inversa, con un peligro de hipertensión que aumentaba hasta tres tazas al día y reducía con ingestas mayores. Los resultados sugieren que el consumo frecuente de café de >3 tazas al día no se asoció con un mayor peligro de hipertensión en comparación con <1 taza al día; no obstante, un peligro sutilmente elevado parecía estar asociado con un consumo de ligero a moderado de 1-tres tazas al día.
Un extenso estudio prospectivo concluyó que ni el café con cafeína ni la ingesta de cafeína se asociaron con la presión arterial sistólica o bien diastólica media, mas la ingesta de café descafeinado se asoció con una minoración pequeña mas clínicamente intrascendente de la presión arterial diastólica media. La ingesta de café con cafeína, café descafeinado y cafeína no se asoció con el peligro de hipertensión accidente. Estos resultados sugieren que el café con cafeína, el café descafeinado y la cafeína no son factores de peligro de hipertensión en mujeres posmenopáusicas.
Una investigación de dos mil doce consideró la variabilidad en el efecto de la ingesta de cafeína sobre la presión arterial, insinuando que en comparación con el café descafeinado, el café con cafeína se asoció con un incremento significativo de la presión arterial. Los autores sugirieron que la variabilidad en la contestación aguda de la PA al café podría explicarse en una parte por los polimorfismos genéticos de los receptores de adenosina A2A y los receptores α2-adrenérgicos.
Un meta-análisis de dosis-contestación de dos mil diecisiete de estudios de cohortes prospectivos concluyó que el incremento del consumo de café se asocia con una modesta minoración del peligro de hipertensión en los estudios de cohortes prospectivos. El estatus de fumador es un potencial modificador del efecto sobre la asociación entre el consumo de café y el peligro de hipertensión.
Los resultados de una cohorte de trece y trescientos setenta y cuatro individuos del Proyecto SUN de España sugirieron una asociación inversa entre el consumo regular de café y el peligro de hipertensión en las mujeres, que fue más fuerte entre las mujeres con un patrón alimenticio subóptimo, particularmente una baja adherencia a la dieta mediterránea.
Otro metaanálisis dosis-contestación sugirió un efecto protector significativo del consumo de café sobre la hipertensión desde el consumo de tres tazas de café al día.
Una revisión sistemática y un análisis de datos de dos mil dieciocho, que incluyó a doscientos cuarenta y tres mil ochocientos sesenta y nueve individuos y cincuenta y ocho y noventa y cuatro casos incidentes de hipertensión, sugirió que el consumo de café estaba inversamente asociado con el peligro de hipertensión de una forma dosis-contestación. El peligro de hipertensión se redujo en un tres por ciento , cinco por ciento , ocho por ciento y diez por ciento para dos, cuatro, seis y ocho tazas/día, respectivamente, en comparación con los individuos sin consumo de café.
Una investigación publicada en dos mil dieciocho examinó las asociaciones entre el consumo de café para hipertensos y la presión arterial con relación a la incidencia de un polimorfismo de nucleótidos asociado al peligro de hipertensión. Los autores concluyeron que había un efecto de interacción significativo entre el consumo de café y el peligro genético de hipertensión arterial en aquellos que consumían más de tres tazas de café al día. Se trata de un nuevo campo de investigación y es preciso continuar estudiando ya antes de sacar conclusiones.
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