El boldo, también denominado científicamente como Peumus boldus, es un arbusto de hoja perenne originario del centro de Chile y Perú. Las hojas del arbusto del boldo tienen una larga historia de empleo en la medicina popular. Se pueden preparar en forma de infusión ya que los beneficios del té boldo son múltiples con una pluralidad de propósitos que fomentan la salud. No obstante, del mismo modo que con cualquier otro producto a base de hierbas, debe preguntar a su médico ya antes de tomar el té de boldo.
Beneficios nutricionales del té boldo
Las hojas de boldo poseen abundantes fitoquímicos, como boldina, alcanfor, limoneno, beta-pineno y cumarina. Los fitoquímicos son potentes compuestos antioxidantes que se hallan de forma natural en las plantas y que asisten a prevenir y tratar enfermedades en los humanos.
Los antioxidantes de las hojas de boldo pueden asistir a reducir el daño inducido por los radicales libres en las células y el ADN. Las hojas de boldo tienen propiedades diuréticas, laxantes, antibióticas y antiinflamatorias. Se ignora el mecanismo preciso de acción del boldo. El primordial ingrediente activo es seguramente el fitoquímico boldina.
En Norteamérica, el boldo es probablemente más conocido como tónico hepático y por su capacidad para alentar la producción de bilis. La infusión puede ayudar a tratar una serie de trastornos relacionados con el hígado y la vesícula biliar, como la ictericia, la hepatitis y los cálculos biliares. El té asimismo se emplea para alentar el hambre, progresar la digestión, fomentar la salud intestinal y calmar la flatulencia y el estreñimiento.
Usos tradicionales de las hojas de boldo
El boldo se ha usado de forma tradicional para tratar el insomnio, los mareos, el reumatismo, la cistitis, los calambres de estómago y los dolores de oído. Asimismo diríase que ayuda a diluir la sangre y, por ende, a prevenir los coágulos.
Además de esto, diríase que las hojas de boldo tienen actividad antimicrobiana, lo que quiere decir que pueden asistir a prevenir y tratar infecciones ocasionadas por microorganismos perjudiciales como bacterias, virus y parásitos.
Debido a su supuesta actividad antimicrobiana, el té de boldo se usa para expulsar lombrices y para tratar constipados, sífilis y blenorrea. No obstante, estos usos se fundamentan primordialmente en informes anecdóticos y no en pruebas científicas.
De qué manera preparar el té y cautelas esenciales
Para preparar el té de boldo, se vierte una taza de agua hirviendo sobre una cucharadita de hojas secas, se deja en infusión de diez a quince minutos y se toma 3 veces al día.
No se debe consumir el té de boldo a lo largo de periodos prolongados, y que grandes dosis de boldo pueden ocasionar parálisis e inclusive la muerte.
El boldo está desaconsejado en personas con trastornos nefríticos, enfermedades hepáticas y que estén tomando fármacos anticoagulantes. Además de esto, la yerba semeja alentar las contracciones uterinas y, en consecuencia, no ha de ser empleada por mujeres embarazadas debido a su potencial para inducir el aborto.